Si eres un auténtico apasionado del mundo de la fotografía y quieres convertir un espacio de tu casa en un escenario que siempre quede bien, te compartimos una idea que puede que te resulte interesante.
En mi caso, que suelo hacer muchísimas fotografías de cocina y gastronomía, la verdad es que el tema del fondo, los colores y las texturas lo tengo súper integrado en mi cabeza. Es más, me parece algo primordial que todos debemos de tener presente si queremos conseguir buenas fotografías desde un punto de vista técnico y, además, imágenes que consigan transmitir algo.
Una de las posibilidades más interesantes que puedes encontrar en el mundo DIY (Do it Yourself), y que te va a servir para crear el efecto perfecto sobre la superficie que quieras como fondo de tus fotografías, es el microcemento Smartcret. Si te hablo de cemento, la verdad es que no parece nada atractivo, pero el microcemento va un paso más allá y puedes encontrar opciones, efectos decorativos y texturas de lo más interesantes.
Bueno, antes de meterme en faena y explicaros qué aspectos son los que me gustan, déjame decirte que el microcemento es un tipo de revestimiento que se puso de moda hace unos cuantos años y creo que, a este ritmo, va a dejar de ser una moda para ser ya una opción de lo más habitual en reformas. Su éxito radica en que lo puedes aplicar tú mismo, es finito (solo va a aumentar 3mm) y lo puedes aplicar sobre una gran variedad de materiales y superficies, pues no hay que picar ni hacer obra. Además, es tan fácil de aplicar que verás que puedes conseguir espacios renovados en muy poco tiempo.
¿Por qué me parece interesante el microcemento en el mundo de la fotografía?
Si me centro únicamente en la fotografía, me parece una manera sensacional de conseguir un acabado personalizado, en un tono que se adapte bien al motivo más habitual que vayas a fotografiar o, también, que te permita generar una imagen de marca. Porque, sin duda alguna, verás que cada artista tiene su propio sello o firma, algo que les caracteriza y que se repite en cada toma. Tú mismo tendrás que buscar la tuya.
Otra característica de este material que me parece muy interesante para este fin es que se trata de un material tremendamente resistente. Por tanto, no pasa nada si tienes que estar pegando y despegando cosas en la pared, si se la roza demasiado, si tus modelos se apoyan en ella en algún momento, etcétera, etcétera. Su resistencia es algo que es muy de agradecer.
En cuanto a colores, la verdad, como antes os mencionaba es que puedes conseguir unos acabados muy variados. No solo se trata de la gama cromática entre la que puedes escoger, es que también hay efectos que puedes aplicarle mientras pintas o al finalizar la misma, de manera que tengas un espacio totalmente personalizado. Y, además, son perfectamente combinables con todo tipo de estilos decorativos, como puede ser un espacio industrial, bohemio, rústico, clásico, etc. Imagina y crearás.
Además, otro punto importante y que me he dejado ya para el final, es la limpieza. Como hablábamos antes, se trata de un material muy resistente que puedes aplicar sobre multitud de superficies (paredes, suelos, techo, encimeras…), pero más allá de su resistencia, es fundamental que sepas que se limpia con toda facilidad. Solo necesitas un trapo humedecido y un poco de jabón neutro, nada de materiales abrasivos. Con solo agua y jabón, volverás a tener tu pared perfecta para la siguiente tirada fotográfica.
