Como fotógrafos, muchos de nosotros amamos la imagen en todas sus manifestaciones, incluso en el formato de vídeo o cine. Lo cierto es que en materia de composición e iluminación ambas disciplinas son muy similares sino idénticas en prácticamente todos los aspectos. Pero, ¿en que se diferencian ambas disciplinas?
Primeramente cuando hablamos de video hablamos de una secuencia de imágenes seguidas por lo cual aquello de captar un solo instante y plasmarlo resulta inexistente. A la hora de trabajar con video contamos con más herramientas para contar nuestra historia y manifestar aquello que deseamos manifestar en la fotografía.
En materia de iluminación se aplican las mismas reglas y en materia de elementos técnicos también estamos hablando de los mismos. Una cámara de video así como una cámara de fotos cuenta con los mismos componentes técnicos del diafragma, velocidad de obturación, sensibilidad etc.
La gran diferencia entre ambas disciplinas quizás sea la naturaleza del trabajo. Por un lado tenemos la fotografía, un trabajo que puede desempeñarse prácticamente en solitario y para el cual raramente se necesita de la ayuda de varios individuos. Pero por otro, en materia de video la situación se vuelve mucho más compleja y requerimos de ayuda externa para lograr nuestro cometido. De hecho, lo que es video siempre requiere de un equipo de trabajo que muchas veces choca con el espíritu solitario e independiente que suelen tener los fotógrafos amos absolutos de sus obras.
La otra gran diferencia entre ambas disciplinas suele ser el presupuesto. Aunque a menudo escuchamos acerca de sesiones fotográficas millonarias no hace falta tener una cuenta en Suiza para comenzar en el arte de la fotografía basta con una cámara y un par de reflectores como mucho para poder comenzar a desarrollarse en este campo.
Por otro lado, el video siempre va a requerir de un mayor presupuesto debido a que aunque no empleemos un equipo de última generación, si partimos de la base que el tiempo equivale a dinero, el video siempre requerirá de muchísimo más tiempo y por tanto más dinero. A su vez, pensando en un grupo de personas que desea rodar un cortometraje estamos hablando de un presupuesto en ropa, comida, escenarios, continuidad, electricidad etc. que suele ser notoriamente más alto que una sesión fotográfica de un par de horas.